El Carnavalito de la Red Cultural de la C4: Un barrio de comparsas
El pasado 16 de noviembre, la Comuna 4 se transformó en un vibrante escenario de color y alegría con la celebración de la décima versión del Carnaval Cultural, renombrado en esta ocasión como «Carnavalito: Un barrio de comparsas». Este evento trascendió el formato de un simple desfile, convirtiéndose en una verdadera celebración de la diversidad cultural y la unión comunitaria. Desde el taller de máscaras, donde los participantes dieron rienda suelta a su creatividad, hasta el desfile que recorrió las principales avenidas, convirtiendo el Carnavalito en una experiencia inolvidable.
La Red Cultural: El Alma del Carnavalito
Como gestora de la magia del Carnavalito se encuentra la Red Cultural de la Comuna 4, una organización que ha sido el alma de este evento desde sus inicios, la cual ha trabajado incansablemente por visibilizar los procesos culturales de la Comuna y llegar a diferentes espacios. La idea es que todos los habitantes, sin importar su origen o intereses, se sientan parte de esta gran fiesta.
«El Carnaval busca visibilizar los procesos y llegar a diferentes espacios de la Comuna», afirma Johanna Palacio, productora del Carnaval y coordinadora del nodo de Danza, quien también describe la emoción que invade a todos los involucrados: «El Carnaval es una emoción desde que empezamos con todo este proceso de la preproducción».
Detrás de cada comparsa, cada sonrisa y cada baile, hay un gran equipo de personas trabajando arduamente para hacer realidad este sueño. Como ella misma lo expresa: «La Red Cultural lo que hace es eso, sumar voluntades para potenciar los talentos y estos procesos tan fuertes a nivel cultural que tenemos en la Comuna 4». La complejidad de organizar un evento de esta magnitud se refleja en sus palabras: «Es una locura. Un día de carnaval es una locura, porque no solamente están los preparativos, las personas que se están preparando para caminar, sino toda la logística que hay detrás».
Un Taller de Máscaras que Transforma
Uno de los momentos más destacados previos a la fecha más especial del Carnaval Cultural, fue el Taller de Máscaras, donde los participantes pudieron expresar su creatividad y conectar con su interior. Como lo expresó Luz Elena Quintero, una de las asistentes: «Me sentí muy concentrada, muy rico. La profesora, espectacular. ¿Cómo le parece uno a esta edad rodeada de todas esas niñas tan lindas, escogiendo, haciendo y funcionando? No, estoy feliz. Otra vez reviviendo la niña que uno tiene adentro». Y es que la posibilidad de crear algo con sus propias manos y compartir este momento con otras personas generó un sentimiento de conexión y pertenencia.
A través de esta actividad, los participantes no solo crearon obras de arte únicas, sino que también conectaron con su interior y fortalecieron su autoestima. El taller se convirtió en un espacio de encuentro donde se tejieron lazos de amistad y se generó un sentido de comunidad.
Un Desfile Lleno de Vida y Color
El día del desfile, las calles de la Comuna 4 se llenaron de vida y color. Veintidós comparsas, cada una con su propia identidad, recorrieron las principales vías del sector, contagiando su alegría a vecinos de todas las edades. La energía del desfile era palpable, como lo expresó Marina Correa: «En lo personal me siento más viva de lo que en este momento estoy. Como mujer adulta mayor me siento viva, es lo que más me motiva».
«Hoy fue la alegría de corazón de los pueblos de colores de esta Comuna 4 tan maravillosa que tiene todas las generaciones puestas acá», afirmó Yeison Alexander Henao, uno de los organizadores y coordinador de proyectos. La participación de diferentes grupos, como el Centro de Desarrollo Social y el Centro Cultural de Moravia, junto con vecinos de todas las edades, demostró la fuerza de la unión comunitaria. El desfile se convirtió en un espacio de encuentro y celebración, donde se destacó la diversidad cultural de la comuna.
Desafíos y Logros
Organizar un evento de esta magnitud no está exento de desafíos. La búsqueda de recursos, la coordinación de los diferentes grupos y la logística del evento son solo algunos de los obstáculos que el equipo organizador tuvo que superar. «El tema de conseguir los recursos, de gestionar este tema es muy complicado», reconoce Johanna Palacios. Sin embargo, a pesar de las dificultades, la pasión y el compromiso de los integrantes de la Red Cultural los han impulsado a seguir adelante. «Hicimos un pare por la cuarentena, por un montón de circunstancias, ha sido un año difícil pero lo celebramos con arte y cultura viva comunitaria,» afirmó Yeison Alexander Henao, resaltando la resiliencia del evento.
A lo largo de sus diez versiones, el Carnaval Cultural ha evolucionado y se ha adaptado a los diferentes contextos. «Creo que en las últimas como tres o cuatro versiones, lo que hacemos es potencializar ese recurso y entonces por eso, ya hacemos comparsas», explica Johanna. Esta capacidad de adaptación ha permitido que el Carnaval Cultural se consolide como un evento emblemático de la Comuna 4.
Un Legado de Unión y Cultura
El Carnaval es mucho más que una simple fiesta. Es un espacio de encuentro, de intercambio cultural y de construcción de comunidad. Como afirmó Johanna Palacios, «el llamado es a que si quieres estar, hay muchos procesos, llega, participa y hay que aprovechar ese potencial que tenemos en la Comuna».
El legado del Carnaval Cultural trasciende las fronteras de la Comuna 4. Es un ejemplo de cómo, a través de la cultura y el arte, es posible transformar los barrios y fortalecer el tejido social. Este evento ha dejado una huella imborrable en la comunidad, demostrando que la unión, la creatividad y la pasión pueden mover montañas.
Este producto es realizado con recursos públicos priorizados por los habitantes de la Comuna 4 -Aranjuez, a través del Programa de Planeación de Desarrollo Local y Presupuesto Participativo del Distrito de Medellín.