noticia: Entre Rituales y Creencias: Don Pacho y su Camino en la Santería

Muchos de nosotros, aquellos que crecimos en familias melómanas, nos enteramos por primera vez de la existencia de la santería al escuchar el coro de la icónica canción de Celina y Reutilio, «A Santa Bárbara», que proclamaba: «Que viva Changó». Este coro es un elogio a una de las figuras más importantes del panteón Orisha de la religión yoruba en África. Los rituales religiosos de la santería han trascendido fronteras y se han entrelazado con nuestras raíces ancestrales, convirtiéndose en creencias religiosas o cultos que, aunque ahora se ven más frecuentemente, todavía permanecen en silencio, buscando tomar protagonismo.

"Esta profesión es básicamente espiritismo, es convocar fuerzas del más allá. Tiene sus momentos buenos y malos, enfrentamos ataques de energías malignas y de mis enemigos de la magia negra. Por lo tanto, hay momentos difíciles. Sin embargo, esta labor ha encauzado mi vida para ayudar a la gente", menciona con vehemencia Francisco León Vallejo, un hombre dedicado a la santería desde hace 35 años, cuyo templo se encuentra en la calle 92 del barrio Aranjuez.

Pacho, como lo llaman sus amigos y vecinos, relata que desde niño siempre tuvo curiosidad y una férrea necesidad por la búsqueda de la sabiduría. Fue así como en su exploración por la ciudad de Bogotá, conoció a la que sería su profesora, una mujer oriunda de los Llanos Orientales de nuestro país y experta en esta práctica. De esta manera, lo que comenzó como un hobby se convirtió en su profesión principal, llegando incluso algún tiempo después a relegar su empleo como profesor de matemáticas. «Hay personas que no merecen ser ayudadas, personas que vienen con problemas ficticios; dicen que tienen un maleficio, pero en realidad tienen una enfermedad, así que los enviamos al médico», expresa Francisco. Además, aclara que antes de invocar a las entidades sobrenaturales (los Santos), se realiza un estudio utilizando el tarot para identificar las causas de los problemas de la persona y luego se procede a contrarrestar el hechizo, si es necesario.

Durante más de tres décadas, muchas personas han llegado al «Templo», como Francisco lo denomina, con problemas que van desde embrujos originarios de la magia negra hasta dificultades personales como problemas económicos, de salud, familiares o sentimentales. A través de llamados a San Marcos de León, las Siete Potencias Africanas, El Negro Felipe, María Lionza La Reina, El Hermano Guaicaipuro, Santa Marta, Don Juan del Dinero, San Prospero e incluso Jesucristo, se ha contribuido al mejoramiento de sus vidas y a su propia satisfacción personal por la labor prestada, según cuenta él mismo.

En Colombia, de acuerdo a la Ley 133 de 1994, reglamentada parcialmente por el Decreto Nacional 1396 de 1997, se desarrolla el Decreto de Libertad Religiosa y de Cultos, reconocido en el artículo 19 de la Constitución Política. Por lo tanto, en La Cuarta Estación, buscamos visibilizar este oficio, que es cuestionado o enaltecido según la opinión pública, con el objetivo de ilustrar estos otros saberes que también forman parte de la vida y la idiosincrasia de nuestra cultura.

Este medio es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna 4 – Aranjuez, a través del Programa de Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín.

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