Uno tras de otro, suben los camiones hasta la última loma de su recorrido. Desde el Jardín Botánico comenzaron su ascenso, hasta llegar a la Plaza de Mercado de Campo Valdés, en la Comuna 4. Allí, los encargados de los fardos, cajas, o costales, conversan o se toman un café, mientras despachan los productos que llegarán a las tiendas y legumbrerías de los barrios. De allí, pasarán a las cocinas de las casas y finalmente, a platos que contendrán los alimentos necesarios para una vida saludable.
Algunos niños con ilusión, esperan a que aclare más la mañana, pacientes y al lado de aquellos señores para cruzar la calle que separa la Plaza de Mercado, de otro lugar igual de importante en la zona. Un sitio que también aguarda por ellos para ofrecer alimento, pero de forma distinta, el alimento de la sabiduría contenido en cada uno de los libros.
Algunos de esos niños colorean, terminan parte de la tarea de la escuela, le dan la última hojeada al libro que deben devolver hoy mismo, mientras comparten un pan con chocolate. Esta escena evoca la frase “El hombre puede saciarse fácilmente, pero la necesidad de conocimiento no, y no satisfacerla puede condenar al hombre a un terrible sufrimiento”, pronunciada en el discurso del poeta Federico García Lorca titulado “Medio pan y un libro”, cuando fue invitado a inaugurar una biblioteca de su pueblo natal. Lorca, dijo además: “Bien está que todos los hombres coman, pero mucho más que todos los hombres sepan (…) Que gocen todos los frutos del espíritu humano”. Y así estos dos espacios, Plaza de Mercado y Biblioteca, coincidieron en ser fundados en el mismo territorio, uno al lado del otro. Uno alimentando cuerpos y el otro saciando la sed del saber, del conocimiento.
En este relato, los lectores, serán testigos de una celebración, que da por bien atendida esta tarea; la de alimentar la mente de cientos de personas durante 38 años consecutivos. Celebración a la que también se unió con alegría el medio de comunicación comunitaria, La Cuarta Estación, para alentar a que la digna tarea se siga realizando.
“Tanto la Plaza, como la Biblioteca realmente parecen ser un solo organismo, una sola cosa. Acá algunos comerciantes traemos a nuestros hijos a disfrutar, a aprender. Uno se relaja leyendo la prensa o aprendiendo en los cursos de sistemas que ofrece la biblioteca”. Afirma Fernando Taborda, comerciante de la Plaza de Mercado.
38 años no es sólo un número
Y es que esta casa para el encuentro con las letras se celebró en octubre, con baile, música, cuentos y hasta torta, el cumpleaños número 38 de la Biblioteca Pública Piloto Filial Juan Zuleta Ferrer. Una festividad que reunió familias, comunidad y amigos en torno a este espacio de gran importancia en sus vidas, que en este día tan especial estuvo engalanado con algunos productos como: mangos, piñas, naranjas, plátanos, cebolla roja, mandarina, bananos, papaya, maracuyá, que, seguramente llegaron en aquellos camiones de la Plaza de Mercado.
Así fue como madres, hijos y nietos, tres generaciones unidas por el amor a la lectura, se reunieron, abrazaron y festejaron con alegría esta efeméride de más de tres décadas, en un espacio que ofrece servicios de préstamo de libros y fomenta la lectura y la cultura con diversas actividades para la familia.
El festejo que hizo parte de la estrategia de ciudad llamada ´Medellín: una historia contada desde las bibliotecas´, tuvo una asistencia de más de 150 personas que disfrutaron de un evento que reunió a la comunidad, en torno a este espacio que celebra su cumpleaños número 38 como “Un lugar que celebra la pluralidad”, dijo Sorani Rico, líder de filiales de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.
“Me pareció muy bella la celebración de este cumpleaños, he participado y colaborado en algunos detalles de esta celebración, —!feliz! Hoy traigo a mi nieta, para compartir con ella este espacio que valoro y quiero mucho”, dijo Luz Estela Sánchez, habitante del barrio Campo Valdés quien ha acompañado la Biblioteca desde hace 30 años, siendo usuaria permanente de este espacio y de los servicios que ofrece.
Hagamos memoria
La Biblioteca Pública Piloto Filial Juan Zuleta Ferrer, del barrio campo Valdés surge como una estrategia de llevar la biblioteca a los barrios de la ciudad y abrir espacios en los territorios para la lectura. Rápidamente estas bibliotecas satélites se integraron en el diario acontecer de la comunidad con actividades de promoción y fomento a la lectura, servicios bibliotecarios y extensión cultural.
Es preciso mencionar que, nace la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina en 1952 gracias a un convenio celebrado entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO- y el gobierno de Colombia.
Su creación es una de las experiencias que se proyectaron como modelo de bibliotecas para poblaciones de escasos recursos en África, India y América Latina. —Según lo explica su web oficial— Pero muy pronto se dieron cuenta de la importancia de llevar a los territorios estos servicios, que consisten inicialmente en acceso a la lectura y préstamo de libros, por ello se iniciaron planes que consisten en llevar cajas viajeras de libros a los territorios y el bibliobús, los cuales fueron un importante medio para la promoción de los servicios bibliotecarios, propiciando acercamiento entre el libro y el lector, llevando, adicionalmente, hasta los sitios de vida cotidiana de la comunidad, la programación cultural y la promoción de la lectura.
De esta manera y con el propósito de descentralizar los servicios bibliotecarios y sus recursos, en julio de 1986 la Biblioteca Pública Piloto creó la Filial Juan Zuleta Ferrer, que nace como un espacio cultural abierto a toda la comunidad. En aquel entonces la biblioteca contaba con 5 mil libros catalogados. La construcción de la primera etapa tuvo un costo de diez millones de pesos que constaba de dos salas de lectura y consulta, la estantería, depósitos de libros y barra de cafetería en un área construida de unos 500 metros cuadrados.
En la actualidad, la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina está conformada por la sede central, ubicada en el Barrio Carlos E. Restrepo y sus cuatro Filiales, ubicadas en zonas periféricas de la ciudad, como la de Juan Zuleta Ferrer ubicada en la Comuna 4. La sucursal lleva el nombre del Doctor Juan Zuleta Ferrer, ilustre escritor y periodista antioqueño, director del periódico El Colombiano, quien fue uno de los más destacados defensores de la Biblioteca Pública Piloto.
El mundo mágico de los libros y la cultura
Para Hanssel Castro, bibliotecólogo de la filial, un día cotidiano es de mucho movimiento: “Por la mañana, los primeros en llegar son los adultos mayores quienes revisan la prensa, — como en una coreografía que no se planea— intercambian los diarios unos con otros cuando los van terminado de leer. Llegan las señoras del grupo de la tercera edad, comienzan a realizar su gimnasia, su sesión de rumba aeróbica, que no les falta. Y luego llegan los chicos a hacer las consultas y tareas, algunos niños hijos de comerciantes de la plaza de mercado; mientras más avanza el día comienzan los talleres de pintura, luego los bebés lectores y las mamás que vienen a sus talleres de sensibilidad de lectura para ellas y sus pequeños; luego otras personas juegan ajedrez, acá se los préstamos. Por la tarde llega la hora del cuento para los niños y así va transcurriendo el día en este espacio que junto a su comunidad ha crecido, soñado y viajado por el mundo mágico de los libros y la cultura”.
Para la fecha la Biblioteca Pública Piloto Filial Juan Zuleta Ferrer tiene un promedio de 41.434 usuarios, de los cuales 11.462 se vieron beneficiados con el acceso a TIC’S” según explicó para este medio, Esteban Giraldo, director de la Biblioteca Pública Piloto para América Latina, quien además agregó: “Nos sumamos a esta alegría de celebrar este aniversario de la Filial, con esta programación que exalta los talentos locales. Reconocemos la importancia de la comunidad al permitirnos integrarnos en sus vidas, de la articulación que mantenemos con los demás espacios culturales de la comuna como lo es la plaza. Así mismo, nos ratificamos en los diferentes servicios que estamos entregando a la comunidad, en nuestros programas permanentes en planes de lectura, espacios de formación artística, en música y nuevas tecnologías, pero además acogemos diversos programas que son organizados por la comunidad”.
De esta manera, se celebró este importante aniversario y se espera que la Biblioteca Pública Piloto Filial Juan Zuleta Ferrer tenga un futuro prometedor, y que muchas cosas buenas puedan seguir ocurriendo en este espacio, que nos enseña la valiosa reflexión de ir por ese otro alimento; el alimento para el pensamiento y para el alma.
Este producto es realizado con recursos públicos priorizados por los habitantes de la Comuna 4 -Aranjuez, a través del Programa de Planeación de Desarrollo Local y Presupuesto Participativo del Distrito de Medellín.