Yudy Liceth Martínez Mena, originaria de Quibdó, Chocó, es una mujer de múltiples talentos y roles. A sus 28 años, además de ser química farmacéutica y estudiante de una maestría en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, es también una apasionada de la danza árabe, disciplina que descubrió en la universidad y que ha transformado su vida en muchos aspectos. En esta entrevista, Yudy nos comparte su inspirador recorrido personal y profesional, así como la manera en que ha vencido barreras y ha encontrado en la danza una forma de autocuidado y amor propio.

¿Cómo fue tu primer contacto con la danza árabe?

Yudy Martínez: Mi primer contacto fue en 2017, cuando estaba estudiando Química Farmacéutica en la Universidad de Antioquia. En un semestre, entre las actividades de bienestar, se ofertó un curso de danza árabe con la profesora Sandra de Danzagher. Me intrigó mucho su enfoque, pues nos enseñó que la danza no debía regirse por estereotipos; podíamos danzar desde nuestra individualidad y corporalidad, sin prejuicios ni barreras mentales sobre cómo «deberíamos» vernos o movernos. Desde entonces, me enamoré de la danza.

Después de enamorarte de la danza ¿Qué te llamó la atención de esta disciplina?

Yudy Martínez: Desde el inicio me encantaron los movimientos súper bonitos y muy femeninos. Siempre había tenido pánico escénico, pero a pesar del miedo, decidí presentarme con mis compañeras en la muestra final que pide la Universidad como resultado de ese proceso de aprendizaje. Al ver la presentación en video, me gustó ver la expresión de la danza en cada una de las bailarinas y cómo a pesar de estar haciendo la misma coreografía, cada una reflejaba algo diferente acorde a su esencia. La danza árabe es algo que a parte de los movimientos, hace que uno se conecte con uno mismo, se conozca y seas tú mismo mientras danzas, sin estar pensando en otras barreras, prejuicios u otros miedos que uno siempre ha tenido. 

¿Cómo fue ese primer paso de presentarte ante el público en Danzagher?

Yudy Martínez: Después de la presentación en la universidad, Sandra nos invitó al show de fin de año. Solo aceptamos tres bailarinas y tuve mucho pánico. Lo que más me sorprendió fue ver la diversidad en Danzagher: mujeres de todas las edades, etnias y con una personalidad muy amable que nos acogieron de muy buena forma. Ese show fue muy increíble y en ese momento decido ingresar a la academia. Comencé en el grupo de las adultas, practicando hora y media todos los sábados. Ese espacio para mí era increíble, me ayudaba a despejar la mente, a relajarme, a distraerme y conectar con otras mujeres.  unidas por el amor a la danza. Ese día sentí que había encontrado un lugar para mí y desde el 2018 formo parte de la academia.

¿Cuál es tu consejo para superar el miedo en el escenario?

Yudy Martínez: No hay un truco, siempre he pensado que la vida es de riesgos, si a uno le gusta algo, pues tiene que arriesgarse a hacerlo. En la primera presentación, todo el show me temblaron hasta los dientes, pero a la medida que pasaba el tiempo, me sentía más libre y sentía menos pánico escénico. El simple hecho de arriesgarme y atreverme a vencer los miedos, lo veo como un compromiso conmigo misma, y me ha ayudado mucho en este mundo de la danza. Además, mi familia siempre me acompaña en mis presentaciones, considero que el apoyo de la familia es fundamental.

Aparte de la danza, también llevas una vida profesional activa. ¿Cómo manejas tus estudios, trabajo y la danza?

Yudy Martínez: Siempre he sido muy activa y organizada. Actualmente, estoy en el último semestre de la Maestría en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias y trabajo como pasante de investigación en Remedios en ambiental y biocatálisis de la Universidad de Antioquia. Además, tengo un emprendimiento de clases y asesorías virtuales con mi prometido. Desde pequeña me he acostumbrado a distribuir muy bien mi tiempo, entonces creo que eso es algo vital, me prometo a mí misma que voy a hacer lo que me gusta, porque además es algo que yo quiero y no me están obligando y soy disciplinada con ello. Los sábados son días de danza, y para mí, eso no es negociable. Más que un hobby, la danza es una pasión.

¿Cómo ha transformado la danza tu vida?

Yudy Martínez: La danza ha transformado mi vida en muchos aspectos, porque más que hacer una actividad física, se presta para hacer introspección, entonces se vuelve un arte que permite conocerse a uno mismo de manera física, es decir, qué siente mi cuerpo cuando hace tal movimiento, cómo me veo y cómo me percibo yo como bailarina, si me siento cómoda o cómo voy a aprender a sentirme cómoda siendo yo misma. Y también desde una parte emocional, porque pese a que la danza no necesita palabras, expresa mucho y ayuda a liberar emociones reprimidas. También el hecho de conectar con otras mujeres, tan diferentes todas, pero que al mismo tiempo compartimos el mismo sentir. 

Además de los beneficios personales, ¿cómo te ha ayudado en otros aspectos, como en tu carrera o estudios?

Yudy Martínez: Ha sido fundamental, incluso en mi vida académica y profesional. Me ayuda a liberar el estrés de la semana y a enfrentar el pánico escénico que tenía al principio. Esto me ha sido útil para hablar en público, lo cual es esencial en mi trabajo como pasante de investigación y en mis estudios de maestría. Estar danzando constantemente, me ha ayudado a crecer como persona en otros aspectos de mi vida.

¿Cuál ha sido la presentación más significativa para ti?

Yudy Martínez: Danzagher en todos los eventos que hace intenta dar lo mejor y pues se nota, el trabajo, el amor y el esfuerzo que se le imprime a cada compromiso, pero de los que me ha tocado, el Festival Internacional en el que participamos en Córdoba por 10 días, ya que habían delegaciones de Ecuador, Costa Rica, Panamá, México y fue súper interesante el acogimiento, no sólo de las personas de los municipios de Córdoba porque fuimos a varios, sino cómo los bailarines de otros países admiraban y apreciaban todo nuestro trabajo.

¿Cómo te visualizas en la danza en el futuro?

Yudy Martínez: Desde un comienzo me comprometí en que siempre iba a buscar un espacio para la danza, es decir aunque esté haciendo mis estudios de posgrado y continúe en ese mundo de investigación que me apasiona, la danza también me apasiona y me ayuda al mismo tiempo a liberar ese estrés que se genera por todo lo que hago en la semana. Yo seguiré en la danza hasta donde ella me lleve. Si me lleva a grandes escenarios a nivel internacional, estoy dispuesta a recibir todas las oportunidades que se puedan generar a partir de la danza.

¿Qué mensaje darías a las jóvenes que aún no se animan a explorar el mundo de la danza o las artes?

Yudy Martínez: Sé que muchas de esas jóvenes que alguna vez han considerado ingresar a una academia o algún grupo que moviliza actividades artísticas o culturales, sienten temor o miedo por todos esos estereotipos que nos venden en la televisión, en los medios, que hablan de que ciertas artes, como la danza, son sólo para personas de esta forma, de esta raza, de esta etnia, de este tipo de cuerpo, de esta edad. Entonces lo primero que les digo es que, hay que liberarse de prejuicios y si realmente sienten un llamado, una atracción, lo intenten, porque entrar a este mundo artístico, es demasiado enriquecedor a nivel personal y van a ver cómo va a impactar su vida de todas las formas que ni siquiera se imaginan. Entonces súper invitadas a que se decidan y se regalen el participar en eventos artísticos, porque en realidad es un regalo que se hace uno mismo, como una forma de autocuidado y amor propio.

Este producto es realizado con recursos públicos priorizados por los habitantes de la Comuna 4 -Aranjuez, a través del Programa de Planeación de Desarrollo Local y Presupuesto Participativo del Distrito de Medellín.