La frase cliché de “La vida sólo es una”, no debería ser pasada por alto por ningún ser humano; porque es esa corta reflexión, lo que recuerda es que la vida es un lienzo, donde cada día, tienes la oportunidad de dar una pincelada con amor, y es eso, lo que marcará la diferencia.
Además, ¿quién dijo que la edad importa para ser feliz? Basta con sólo mirar un miércoles por dos horas, a un grupo de 24 mujeres con ´juventud acumulada´, como ellas dicen; tocando, cantando y bailando al son que le toquen, con una sonrisa ilimitada en su rostro, y es ahí, justo en ese instante cuando tu piel se eriza, cuando esa duda desaparecerá y confirmarás que, la edad sólo es un número y la felicidad depende solo de una persona: de ti.
Y es que no hay excusa para no seguir viviendo, aún después de los sesenta o setenta y pico de años, cuando se cree que ya se acabó el rollo de la película de la vida, tu vida. Así lo demuestran cada una de las mujeres que le dan color a La Tuna Alborada Musical, desde hace 16 años que existe esta hermandad, la cual comenzó con 15 integrantes, pero ahora son 24 mujeres que se reúnen desde entonces, en el Teatro al Aire Libre de la Filial Juan Zuleta Ferrer de la Biblioteca Pública Piloto, en el barrio Campo Valdés, todos los miércoles de 10 de la mañana hasta las 12 del mediodía.
¿Tuna? ¿O mejor llamarlas Hermandad sin límites?
Si haces la tarea de googlear qué es una tuna, la señora Wikipedia te dice: “Es una agrupación o hermandad de estudiantes universitarios que se caracterizan por cantar, tocar y viajar por el mundo. Suelen vestir la vestimenta antigua de la universidad o una que represente su cultura de origen, interpretando temas musicales haciendo uso generalmente de instrumentos de cuerda y percusión”. Pero también google dice que tuna es: “Una vida de ocio o de libertad, especialmente en la juventud”.
Y aunque todo lo anterior tiene sentido. Se podría decir, en otras palabras, más bonitas, que tuna es: Una hermandad de 24 mujeres de la Comuna 4, unidas por una misma pasión, donde no existen límites y con vivaz alegría, entonan, bailan y tocan desde pasodobles, hasta vals, puya, porro, cumbia y otros géneros musicales. Ese sí es el verdadero significado de una tuna.
Por allá, en el 2008 fue fundada por doña Amparo Zapata Villegas, una mujer que al verla se le nota que su cualidad de ser una persona líder, entusiasta y con sentido de elegancia, la ha caracterizado desde siempre. Y con orgullo menciona que: “Lo más bonito es tener entusiasmo y consagración a la Tuna y la quise fundar, porque no conocía que hubiese una acá en la Comuna 4 y ahora me siento orgullosa de ella, porque gracias a la Tuna, hemos salido a pueblos y a muchas partes y nos han floreado mucho”.
Sin temor a la fama
“Somos La Tuna Alborada Musical del Club de Vida Apostémosle a Vivir. Somos alegres, somos felices. Brindamos vida, brindamos amor, por eso cantamos con todo el corazón” esa es la frase maestra que al unísono corean antes de iniciar sus presentaciones en los diferentes lugares de la ciudad de Medellín o pueblos de Antioquia, donde son invitadas a demostrar su talento e inspirar a otras mujeres de su edad a no temerle a la fama y a ser felices sin medida.
No importa si cerca o lejos estás, porque mire desde donde mire, su belleza incomparable es imposible no admirarla, cuando con su auténtico vestuario destacan en esos momentos únicos en los que se presentan al público.
No es suficiente sólo escucharlas cantar o verlas tocar sus instrumentos musicales de percusión, como la pandereta y las claves. Debes también apreciar el panorama completo de pies a cabeza: zapatos negros noche, al igual que su pantalón adornado por un cinturón naranja en tela satín, seguido de una camisa blanca revestida de una capa doble faz color naranja por un lado y negro por la otra. Capa que posee un botón con la foto de cada una y más de 20 lazos de colores, que representan la cantidad de lugares donde han hecho presencia durante estos 16 años. Finalizando con un sombrero negro con lazo trenzado alrededor del mismo, de color naranja. Y lo más importante: atuendo portado por esas bellas mujeres que con sus labios color carmesí, conquistan a su anhelada audiencia.
“Para mí era un orgullo salir con este atuendo, yo me soñaba con esta capa, y cuando tuve la oportunidad de estar en la Tuna, dije lo logré. Nosotras nos amañamos mucho acá. Siento una alegría muy grande por poder venir a hacer algo que a mí me gusta, cantar, bailar y compartir con mis compañeras”, menciona orgullosa María Rocío Ortiz, integrante hace 15 años de La Tuna.
Además de brindar vitalidad, La Tuna Alborada Musical ha ofrecido durante años, una opción de vida saludable y ha marcado también vidas, como la de doña Luz Marina Henao, viuda de Ospina, quien es integrante hace 9 años y comenta que: “Yo sé que estando acá voy a olvidarme de muchas cosas, muchas tristezas, de muchas amarguras y me ha ayudado a superar la muerte de mi esposo. Desde que estoy aquí me ha servido mucho para un futuro, para estar contenta, feliz y tener salud”. Y mientras toca su pandereta blanca adornada de lazos de colores, con entusiasmo sin igual agrega: “bailar, cantar y tocar, ¡me encanta!”.
Alma, corazón y vida, como dice la canción
Despertar cada miércoles de la semana, debe ser para la mayoría algo solo normal, pero para estas admirables mujeres; es una ilusión, un rayito de luz cálido que entra por la ventana en una fría mañana, es el día donde su alma, corazón y vida se regocija de fortuna, al saber que es el día esperado para ir a sus ensayos semanales con el profesor Josué García, quien ha sido el único hombre que por 14 años les ha dado otro tipo de amor verdadero, a través de la música que entona con su guitarra.
“Lo más bonito de dirigirlas es verles la alegría, las ganas, el entusiasmo, esas ganas de vivir, con esas ganas de hacer las cosas y demostrar que a esa edad se pueden hacer muchas cosas bien hechas y bien bonitas”, comenta Josué García, Director Artístico y Musical de la Tuna Alborada Musical y agrega que lo mejor de cada miércoles es “venir a reírme y pasar bueno con ellas. Disfrutar el día y verlas disfrutar; al igual que ellas, yo me río demasiado, así que pasamos un día maravilloso”.
Son dos horas de diversión, chisme y hasta ejercicio del cuerpo entero, mientras tocan sus instrumentos musicales. Es el día perfecto, donde vuelven a recordar que la vida es para bailarla al son que le toquen. “Yo me levanto rápido, temprano, hago el almuerzo, hago lo que tenga que hacer y me vengo para mi Tuna, aquí es un estímulo que yo recibo, porque cantamos, nos reímos, molestamos con el profesor y hay un compañerismo muy bueno. Y de aquí, la llegada a la casa es por ahí a la una de la tarde, porque nos vamos a tomar un cafecito, charlamos y descansamos, porque nosotras en esta edad ya estamos para descansar”, dice doña Martha Ospina, integrante hace 15 años de la tuna.
Así mismo, doña María Rocío Ortiz, integrante hace 15 años del grupo, recomienda: “Yo le digo a las personas que, si tienen la oportunidad de estar en una tuna, aprovechen, porque es lo más grande que uno puede tener, esa alegría de la música, poder lucir esta capa y poder cantar y bailar lo que uno quiere”. O como menciona doña María Socorro Cardona, integrante hace 3 años: “Qué más que vengo a pasar bueno, a cantar, a bailar y a desestresarme. Yo anhelaba estar en un grupo de estos y en el momento que me di cuenta que existía, me metí y me alegro mucho por ahora pertenecer a él”.
Y, por último, así como dice una de las canciones que entonan estas bellas mujeres en la tuna, “Alma, corazón y vida” de Los Panchos: ´Alma para conquistarte. Corazón para quererte. Y vida para vivirla junto a ti´. Un recordatorio musical, que evoca amor sincero por alguien, pero en este caso, amor por algo, ese algo que a ellas las mantiene vivas practicando la sororidad sin límite alguno, recordándose cada miércoles, que tienen una excusa para seguir viviendo y creando su propia dopamina, esa hermandad llamada tuna, donde la felicidad es el secreto de vida.
Dato curioso
Si deseas disfrutar el talento de La Tuna Alborada Musical, pueden contactar a la fundadora doña Amparo Zapata al número 311 345 0688.
Este producto es realizado con recursos públicos priorizados por los habitantes de la Comuna 4 -Aranjuez, a través del Programa de Planeación de Desarrollo Local y Presupuesto Participativo del Distrito de Medellín.